Niños, los más vulnerables ante la contaminación ambiental

La mala calidad del aire y la alta exposición a toxinas y otros factores ambientales es la causa de diferentes enfermedades y acelerador también de otras tantas. Es una evidencia científica que ya nadie discute. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que cada año mueren en el mundo siete millones de personas como consecuencia de la contaminación atmosférica. De hecho, un 23% de las muertes en el mundo podrían prevenirse, según los expertos, mejorando la calidad del aire. En España, los estudios revelan que entre 2001 y 2014 hubo 2,9 millones de muertos causados por los niveles de contaminación.

Ahora, además, un estudio reciente del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona determina que los niños son aún más vulnerables que los adultos ante estas amenazas ambientales. Esto sucede por las diferencias tanto fisiológicas (mayor frecuencia respiratoria) como conductuales (mayor actividad física) de los menores, que los exponen a dosis más altas de contaminantes del aire que la población adulta.

Una de las curiosidades más destacadas del informe es que esta vulnerabilidad de los más pequeños se da incluso antes de nacer. La evidencia científica ha llegado a demostrar que la placenta es una barrera de protección “incompleta” para los fetos durante el embarazo, ya que se han hallado restos de componentes que provienen de la exposición ambiental. Los fetos, por lo tanto, están expuestos a los mismos factores ambientales que la madre y existe un riesgo real de poder desarrollar determinadas enfermedades a lo largo de la edad adulta. Es por ello que esta etapa vulnerable requiere de una protección especial para minimizar la aparición de problemas de salud a largo plazo.

Estas son algunas de las conclusiones del estudio ‘El ambiente y su impacto en la salud maternoinfantil. ¿A qué nos enfrentamos?’, en el que los investigadores detallan que más de una cuarta parte de las muertes de menores de cinco años están provocadas por la contaminación ambiental. La mala calidad del aire acaba desembocando, en muchos casos, en enfermedades como la neumonía, las complicaciones por parto prematuro, la asfixia perinatal o la malaria. A nivel mundial, el 93% de los niños, su práctica totalidad, respiran un aire que no cumple con los criterios fijados por la OMS. Solo en Barcelona, la mitad de los casos de asma infantil se deben a la contaminación del aire.

Por otra parte, los expertos admiten que, aunque es menos frecuente hablar de la contaminación en espacios interiores, sus efectos sobre la salud son también relevantes. En este sentido, el estudio de Sant Joan de Déu apunta que la concentración de contaminantes en interiores puede llegar a ser hasta cinco veces superior que en el exterior y está asociada a enfermedades como el asma o las infecciones respiratorias agudas.

En el caso de los menores, dicha exposición a factores ambientales adversos en interiores se da, sobre todo, en la escuela, que es el lugar donde pasan un mayor número de horas y en un horario en el que la contaminación ambiental es más elevada. En este sentido, el horario lectivo coincide también con las horas punta del tráfico, mientras que la contaminación ambiental a lo largo del día se reduce por la noche, que es cuando habitualmente están en casa. Es por ello por lo que hacer de las escuelas un entorno más saludable y seguro es también uno de los retos que lanzan pediatras, investigadores, epidemiólogos, catedráticos y ambientólogos para reducir la carga de morbididad y mortalidad infantil causada por la exposición primeriza a la contaminación del aire.

En este sentido, los propios redactores del informe apuntan, entre otras soluciones, a los purificadores de aire como una de las vías para reducir esta exposición dañina a elementos contaminantes en interiores. Estos artilugios son especialmente recomendables, siempre que sean de alta eficiencia, para “reducir considerablemente los niveles de alergenos y contaminantes en espacios cerrados”, según explicita el informe de Sant Joan de Déu.

En España, el top ventas en purificadores es Winix, el fabricante coreano y líder mundial del sector con una tecnología única que va un paso más allá de lo que consigue el resto de las marcas. Su capacidad de filtrado de partículas contaminantes es del 99,999%, la mayor del mercado. Una de las claves que explican su éxito es la tecnología PlasmaWave, exclusiva de Winix, y que supone una etapa adicional en el filtrado de aire de los purificadores convencionales. Esta tecnología es capaz de llegar donde los filtros HEPA, pese a su gran eficacia y efectividad, ya no son capaces de llegar, neutralizando los virus de ambientes y superficies.